Culiacán, Sin. – El libro “Germán Lizárraga. El heredero” muestra la identidad sinaloense que se genera con la música de la tambora, la cual con sus notas recrea la vida de las familias campesinas, expone la característica principal de los sinaloenses, que es la bondad y es la respuesta del pueblo a las circunstancias sociales, expresó el diputado Feliciano Castro Meléndrez.
Al participar como comentarista de la presentación de este libro, de la autoría de Cristian Daniel Torres Osuna, el presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado de Sinaloa parafraseó a Germán Lizárraga al afirmar: la música no la hace el dinero, sino que la hace el corazón.
La presentación de libro tuvo lugar en salón Constituyentes de 1917, en donde también participó como comentarista el gobernador Rubén Rocha Moya, quien anunció que emitirá un Decreto para declarar a la tambora sinaloense como Patrimonio Cultural Intangible de Sinaloa, y además relató varias vivencias tanto de Cruz Lizárraga como su hijo Germán.
Las palabras de bienvenida al evento estuvieron a cargo del presidente de la Mesa Directiva del Congreso, el diputado Ricardo Madrid Pérez, quien se refirió a Germán Lizárraga como uno de los más grandes exponentes de la música regional de Sinaloa.
En sus comentarios, el diputado Feliciano Castro aseguró que vale la pena leer este libro porque es de una lectura amena, rápida y narra la historia de Germán Lizárraga como músico, desde que era un infante y su papá Cruz Lizárraga le ponía el clarinete en la boca.
Además, aseguró, el libro es un retrato, una recreación de la vida de las familias campesinas, ya que la música de tambora nace justamente en las comunidades rurales, pues son campesinos los que tocan la música de viento.
“En el libro, Germán habla de cómo su abuelo usaba ropa de manta, se iba al campo, a sembrar maíz, calabazas y frijol. De esa raíz vienen Cruz y Germán Lizárraga”, agregó.
De Cruz Lizárraga, mencionó, Germán recuerda que se distinguió por su solidaridad hacia las demás personas, pues fue campesino, arriero, transportista de tranvía y otras actividades, y cuando era arriero llevaba productos que ofrecía a precios muy baratos y en consecuencia con pocos márgenes de utilidad.
Ese detalle, precisó, expresa la característica principal del sinaloense, que es la bondad y que es patrimonio cultural que distingue a Sinaloa.
El diputado Feliciano Castro reconoció también como el dolor de haber sufrido la pérdida de tres hermanos en un corto tiempo, ha resaltado la sensibilidad de Germán Lizárraga.
“El dolor humano elevado a la dimensión de la música, sin duda alguna es la belleza humana, superlativamente hablando”, dijo.
El presidente de la JUCOPO también recordó que la música de tambora llegó al sur de Sinaloa, de acuerdo al historiador Herberto Sinagawa, con el arribo de dos alemanes, que trajeron consigo instrumentos musicales de cuerdas y de viento, y que además también la música de Francia dejó su influencia con la invasión de sus tropas a Mazatlán.
Pero lo que hizo el pueblo, dijo, fue apropiarse de la música de alemanes y franceses, principalmente de la música de viento, pues la música de cuerdas fue elegida por las clases altas.
Es decir, precisó, se da una situación donde la música empezó a crecer a partir del pueblo, a través de la tambora, y se vio cómo desde el campo empiezan a llegar los músicos a tomar la ciudad a través de la tambora.
En su intervención, el diputado Ricardo Madrid explicó que la presentación del libro se da en el marco de la declaración del “Día Estatal de la Tambora Sinaloense” que un día antes hiciera el Congreso del Estado, y que eligió la fecha 01 de julio, como un reconocimiento al fundador de la Banda El Recodo, Don Cruz Lizárraga, padre de Germán Lizárraga.
Recordó que Don Cruz Lizárraga nació en esa fecha, del año de 1918, y aseguró que el fundador de la banda el Recodo estaría muy orgulloso del trabajo que realiza ahora su hijo Germán Lizárraga con su Banda Estrellas de Sinaloa.