
Culiacán, Sin.- La manifestación registrada en casi 20 entidades de la República Mexicana puede considerarse como un grito desesperado del campo y sus productores, el gobierno federal no puede hacer oídos sordos a una problemática que es real y está socavando la rentabilidad del sector, manifestó Jesús Rojo Plascencia, dirigente de la Confederación de Asociaciones Agrícolas del Estado de Sinaloa.
Thank you for reading this post, don't forget to subscribe!El líder agrícola del sector particular en Sinaloa, aseveró entender los motivos que originan estas manifestaciones, derivado del desespero de hombres y mujeres del campo, aunque enfatizó que como sector continuamos confiando, en que el dialogo aún no se ha agotado por completo y que es factible poder construir un modelo, que les permita tener rentabilidad a todos los actores de la cadena productiva.
“Escuchando las voces y los ecos de las manifestaciones, podemos comprender que como agricultores no podemos continuar ciclo a ciclo cosechar sin utilidades, seguir sembrando solo movidos por la esperanza y continuar cosechando más incertidumbre”. Urge regresar la rentabilidad al sector, que las utilidades sean distribuidas de una manera más equitativa entre todos los eslabones de la cadena productiva y de consumo. No se puede ni debe únicamente regular al que produce y dejar libre al resto de los eslabones de la cadena, inquirió.
Lo que se pide en los diferentes frentes, de alguna manera son coincidentes con las realidades que vive el campo mexicano, la necesidad de contar con una banca de desarrollo que ofrezca condiciones crediticias a tasas preferenciales y que otorguen el crédito oportunamente. Contar con precios de garantía que brinden certeza al que arriesga sembrando, de igual forma que se asignen recursos presupuestales a la comercialización de los granos básicos, acorde a los tiempos que presentan los mercados internacionales y nacionales. Que los recursos destinados para incentivar la productividad estén asegurados en una partida y sean dispersados de manera oportuna, eliminando trámites burocráticos que terminan por pulverizar el beneficio.
Buscamos incidir que se reconsidere la importancia de la producción alimentaria, como un asunto de seguridad nacional. Es por ello, que el gobierno federal debe ser el ente regulador que revise y ordene todos y cada uno de los eslabones de la cadena productiva. Debe existir piso parejo, donde quienes participan como proveedores de algún insumo, quienes industrializan y quienes comercializan el producto final obtengan un beneficio justo y acorde al riesgo que implica su actividad. Sin embargo, no puede dejarse en el rincón al que produce en campo, al que arriesga y compite con los fenómenos naturales, enfrenta a los efectos del cambio climático, que está envuelto en el vaivén de los mercados y que hoy, únicamente obtiene ingresos para saldar sus cuentas y sostener a la red de suministro, pero no goza de rentabilidad alguna.
E insisto dijo, y es que es muy simple “El productor no puede sembrar esperanza y cosechar incertidumbre” esto debe cambiar y el gobierno federal es fundamental para alcanzar un cambio verdadero, concluyó Jesús Rojo Plascencia.