Culiacán, Sin.– El pasado 13 de septiembre la violencia arrebató la vida a una joven maestra de secundaria técnica, integrante de la Sección 27 del SNTE, quien fue asesinada a balazos cuando acudía a Nuevo Altata para celebrar su cumpleaños. La tragedia dejó en la orfandad a dos niñas, una de ellas de apenas dos meses de edad.
Thank you for reading this post, don't forget to subscribe!El dolor y la indignación se hicieron presentes en su sepelio, realizado este lunes 15 de septiembre. Compañeros docentes acudieron al velorio y, con pancartas en mano, exigieron justicia para su colega y mayor seguridad para todo el gremio magisterial. Incluso realizaron una marcha, demostrando que la exigencia de paz y protección sí tiene eco entre las bases.
Sin embargo, lo que más ha sorprendido y molestado es el silencio del Secretario General de la Sección 27 del SNTE, Genaro Torrecillas López. El líder sindical no encabezó ninguna acción, no convocó a pronunciamientos ni se sumó a la exigencia de justicia. Su única “manifestación” fue enviar una corona de flores con su nombre al velorio de la maestra.
En la página oficial de la Sección 27 no aparece un solo mensaje en memoria de la docente ni un posicionamiento de exigencia a las autoridades. Tampoco en las redes personales del dirigente. El vacío de liderazgo es evidente: mientras los maestros exponen su indignación, el representante formal del gremio parece esconderse.
La omisión no es menor. La Sección 27 del SNTE agrupa a miles de docentes que hoy sienten la amenaza de la violencia, y que esperan que su dirigente sea voz y escudo frente a la inseguridad. En cambio, lo que se observa es la indiferencia y la pasividad de un secretario general que, lejos de alzar la voz, guarda silencio como si nada hubiera pasado.
Este caso se convierte en un ejemplo más de la falta de compromiso de Genaro Torrecillas López, cuya gestión es cuestionada por su ausencia de liderazgo y por evadir responsabilidades en momentos en que el magisterio más lo necesita. Ante un crimen que ha estremecido a todo el estado, la pregunta sigue siendo la misma:
¿Dónde está Genaro Torrecillas?